viernes, 4 de febrero de 2011

Tic-tac

La teoría de la relatividad le vino a la mente a Einstein mientras estaba de Erasmus. Estoy convencida. Nunca en otro sitio había sido tan cierto lo de "el tiempo es relativo". El tiempo aquí se acorta o estira como si fuera un chicle: un día puede ser tan intenso como una semana, y a la vez pasa tan rápido como si fuera una hora.

Me doy cuenta de esto, sobretodo cuando hablo con mis padres. Me suelen decir muchas veces "qué haces que no sabemos nada de ti", a lo que yo les contesto "pero si hablamos ayer", cuando en realidad han pasado tres días. Y ni me he dado cuenta.

Por otra parte, cuando les cuento algo a mis amigos de Aachen, suelo decir "¿sabéis qué me pasó el jueves?", y me dicen "¿ayer?", tengo que pensar que aquello que me parece tan lejano, porque se acumula a muchas otras, fue el día anterior.

Ahora que me queda menos de dos meses para irme, quiero aprovechar bien el tiempo y poder cumplir todo lo que tenemos escrito en la "Aachenda" (léase, "agenda" y de ahí la gracia del chiste). Pero sé que volveré a Palma y diré "¿ya?".

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